Nosotros remontamos al año 1976, cuando Marc Hauspy y su esposa Harolda comenzaron a producir sus propios chocolates. Pronto, también harán su propia versión de los florentinos.
Marc Hauspy dominaba todas las técnicas culinarias tradicionales y, por tanto, sabía perfectamente cómo hacer él mismo estas galletas de azúcar cocido. Durante años, la empresa fabricó florentinas, así como otras galletas y pralinés.
Buen padre y maestro, también enseñó a su hijo David las habilidades para hacer florentinas, y más tarde éste montó su propio negocio.
En los 20 años siguientes, David Hauspy se forjó una reputación en toda Bélgica como el mejor proveedor de florentinas.
Actualmente, Jean-Pierre Hauspy, responsable de la producción, y su equipo aspiran a exportar su manjar más allá de nuestras fronteras y a desarrollar un atractivo envase para la venta al por menor.